Te leo y me van dando salpicones
las palabras
que algún día te dieron la mano
después de haber pasado por mi grito ahogado,
o antes

un impulso forzado
me vienes despertando,
hay algo más ahí que asoma
un hecho distintivo
un halo
un lugar donde encontrarnos
inédito, aislado
creí que estaba ya todo andado

mas tu apariencia inocente
estimula mi canto
como una paloma que picotea en mi mano

la intuición me dibuja una sonrisa
la frente arqueada
curiosidad me suscitas

requiero pies de plomo  
pero no encuentro el intercambio
pues las alas me pusiste
una vez desvestida
entre tus brazos

un cortocircuito marea el foco de mi atención
por suerte hubo alguien que pensó
e ideó la manera de frenar las llamas
de un deseo que cada vez más dulce
me atraganta.

¿Dónde están los frenos?
¿Bailamos?

Comentarios

Entradas populares