A mí

Hoy estoy orgullosa de mí. Aunque mi cuerpo está cambiando y mis ciclos están alterados, siento que estoy aprendiendo a vivir, a manejar el carro. tengo mis debilidades como todas las personas y mis fallos, pero siento dentro una calma que me permite reflexionar. Siento que estoy dejando atrás la impulsividad de la juventud, de otros tiempo en los que el impulso en sí mismo me definía y me costaba pararme a escuchar a mi propia mente. A menudo actué siguiendo el instinto y aún lo hago a veces, pero la paz y la reflexión me acompañan cada vez más en mis días y siento que puedo crecer. Esta etapa de mi vida es inaudita. Es la primera vez que no amo hacia afuera con tanto fervor, que nadie recibe todo mi amor y mi atención. Es la primera vez que me enfrento a ese vacío y en él me doy cuenta de que existe plenitud. Que el no dedicarte a otra persona te da tiempo para amarte a ti, de verdad, y considerar las adversidades antes de lanzarte a ellas. Quizás dejo de ser tan naif y pierdo algo de frescura, pero las riendas se dibujan en mis manos y voy labrando un escudo protector de amor propio que antes no sabía cómo construir. Tantísimas veces me había escrito a mi misma "debes estar sola, aprender a estar sola" y no veía nunca llegar ese momento. Las circunstancias de la vida han querido que ese momento llegue ahora y me de fuerzas para construirme. Siento que hay un mar de oportunidades en cada día nuevo que afronto, y todavía me acompaña la incertidumbre del no saber mi rumbo. Pero creo que eso es algo que va saliendo según la ocasión y que lo sabio es respirar el vacío y disfrutarlo. Hoy me escribo a mí como hacía mucho que no lo hacía, y reitero esta sensación de amor huérfano que me inunda y me llena el pecho de satisfacción con algo de adrenalina por la vida, como cuando sientes el cosquilleo del enamoramiento, pero hacia mí misma. Agradezco a las personas que me acompañan y las que lo hicieron por llevarme hasta el punto en el que me encuentro y a todos los seres que vibran a mi alrededor. La vida es un regalo que se nos da cada día, un continuo aprendizaje, una meta. Y ahora me siento en un momento muy interesante y necesario para seguir avanzando y sentir el poder de vivir más que nunca. Sin desvíos, sin apegos, de forma cruda, orgánica, aprendo y vibro. Sonrío por todo lo que aún está por venir y por el momento presente, que es lo único que existe y me hace grande. Gracias.

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