Prosa poética

Veo el libro de reojo y parece que me mira, y sus páginas me hablan, me recuerdan la ansiedad con que a veces las devoro, queriendo llegar al final, exprimiendo todo su jugo.

La inspiración es como el período de ovulación, viene cuando no te lo esperas, de forma cíclica y despierta en ti una fuerza poderosa, envuelta en el misterio de la vida, un secreto que nadie conoce y que no se deja revelar.

La poesía es como las hojas secas de otoño que caen, una tras otra y lo cubren todo de esa belleza efímera.
La poesía se escapa del final de cada verso como el agua se cuela entre una rendija y deja un surco en la pared.

La poesía es difícil de atrapar, es como mantener el pétalo de una flor entre los pulgares al meditar: demasiada presión lo destroza, demasiado poca, se esfuma y no vuelve.

Poesía es inspiración desbordada en forma de textos,
un libro que habla,
la luna que retoma de nuevo sus fases,
el polvo que un día fue mano y plasmó verdades como templos, reflejos de algún brillante intelecto.

Y como todo, termina. La gracia está en la sutileza de haber empezado.

Comentarios

Entradas populares