Vigilia

Ese punto exacto donde coinciden tu principio y mi final, perpetuado por una caricia que nos roba los límites. Nos fundimos con los párpados encajados, tus labios sobre los míos.

Ese punto exacto es el delirio que me recorre, tu rostro grabado a fuego en la penumbra. Un escalofrío eriza tus pétalos desprendiendo todo tu aroma en un suspiro que agarro y engullo bajo mis dientes encendidos.


Dormidos parece que yacen dos cuerpos. Sutil es la evidencia del respiro, el roce de las piernas, los meñiques entrelazados. Espiraciones acompasadas para velar la noche.


Dos almas acurrucadas en el nido que van labrando mientras los pájaros duermen olvidando su canto.

Comentarios

Entradas populares